Mi corazón suena desafinado,
con tu melodía trasnochada de amor,
yo me enamoré de ti en el pasado,
ahora me pagas con una fría traición.
No me mires así, con cara nueva,
veo que tu mirada empieza a oscurecer,
tus pestañas esperan a que llueva,
parece que aun te falta algo por crecer.
No te me pongas agria como un limón,
que yo sigo siendo muy buena gente,
paseas a ritmo de baile de salón,
no me enseñes tu lengua de serpiente.
Haz, por favor, un último servicio,
déjame solo y al menos podré dormir,
no puedo seguir en el precipicio,
es demasiado, así no puedo vivir.
Mi corazón no puede seguir preso,
contigo no ando libre y tú eres mi juez,
es muy duro de roer este gran hueso,
ya no quiero seguir saltando sin red.
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