al acostarme también vas en mi pensamiento,
pensar en ti es mi único y diario movimiento,
no te puedes llegar a imaginar cuánto
no quiero que te ahogues en tu propio llanto,
corta de un buen tajo con tu sufrimiento,
el amor con bravura no se lo lleva el viento,
no te amo en demasía, ¡te quiero tanto y tanto!
Manda narices que esté así a mis años,
eternamente loco de amor, como Dios me dispuso,
el tarro de las esencias está en la despensa.
A éste amor ya no le corresponden más paños,
es una amor preparado para un frecuente uso,
es por ello que no necesita ninguna dispensa.
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