Convirtamos nuestras vidas en jardín florido,
Dejemos de lado definitivamente la congoja,
Demos miedo al miedo, alacrán tan temido,
Y bailemos un vals aunque sea a la pata coja,
Quiero disfrutar contigo todo lo no vivido,
acabar de una vez la margarita que se deshoja.
Seremos capaces de hacer parar los vientos,
Para eso, seguro, sobran buenos argumentos.
Sin duda alguna, sabes que merece la pena,
Dejarse de andenes, de trenes y del tranvía,
Amémonos en sana paz, dulce y serena
Hagamos llegar pronto el victorioso día,
Voy a trepar por tu torre hasta tu almena,
Para que nuestro amor reine por Andalucía.
Que te amo tanto, es algo tan seguro y cierto,
Como incontable es la arena del desierto.
A galope tendido tras de ti por la llanura,
Sudando en vez de sudor, púrpura tinta,
Sabiendo de antemano que lo nuestro perdura,
A veces me desespero, otras tiene buena pinta,
Desconsolado y solo, rezo en la noche oscura,
Seguro de que éste sentimiento no se despinta,
Hace como que se va, pero vuelve como la marea
Precioso y robusto por la fuerza que emplea.
Por los siglos de los siglos estaremos unidos
Acunando con dulzura el mejor de los amores,
Poniendo en cada acto todos los sentidos,
Destilando con simpleza el mejor de los olores,
Poco a poco, paso a paso, cadencia de latidos,
Conformando una vida llena de bellos colores.
Deja atrás ese rictus de tu cara de amargura,
Y enséñame al completo tu preciosa hermosura.
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