un sueño impío es esta Navidad en verano.
no digo que mi alma cansada reniegue el ayer,
digo que tu amanecer deja mi sangre helada.
Mi suerte es tenerte en todo lo que yo escribo,
sin acuse de recibo me espera la muerte,
andas tan enamorada de algo que no existe,
mi camino haces triste, no sueño con nada.
No me repitas tanto que me quieres,
amansaré mis latidos tan leones,
tuyos son todos mis grandes poderes,
tampoco voy a pedirte explicaciones.
Con tu presencia mi alma se alimenta,
haces mi felicidad infinita,
consigues sola que caiga en la cuenta
de donde está mi alma y dónde habita.
Me hablas sin piedad sin saber lo que yo siento,
tus palabras hielan el viento por la ciudad,
dices que mucho me amas, pero nunca apareces,
me desmereces metiéndote sola en tu cama.
Cuando yo solo me derroto al ver lo que soy,
al espejo le digo: ¡me voy, porque ando roto!,
ya no encuentro ni tu casa, porque estoy perdido,
¡yo te hubiera seguido con tu guasa tan payasa!
Pero eso eran unos grandes placeres,
tapados con enormes apagones,
y no pretendo nunca que me esperes,
al borde del amor, en los fogones.
Sigue con tu vida de Cenicienta,
me quedo en lobo de Caperucita,
tener que verte triste me revienta,
tu preciosa sonrisa me resucita.
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