no se pueden conjuntar los planetas,
las leyes de este amor no están sujetas
ni a mi propia voluntad ni a la de ella.
Los astros no parecen estar dispuestos,
a mostrarse un poco condescendientes,
tendremos que apretar fuerte los dientes,
y salir airosos de estar expuestos.
Maldita sea mi suerte y mi estampa,
la tormenta de sentimientos no escampa,
y la veo tan tranquila y tan pancha.
Maldita sea mi estampa y mi suerte,
su amor lo tengo agarrado muy fuerte,
ancha es Castilla...¡Es demasiado ancha!
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