sábado, 13 de diciembre de 2014

1806 SUSPIRANDO A MI MODO 8



Ya ves, yo que era feliz cuando te veía,
Disfrutando a lo lejos de todo tu encanto,
Siempre pensando en cuándo tornaría
A verte de nuevo y no de tanto en tanto.
Apretando por los adentros una lenta agonía,
Desbordándose lentamente un lastimero llanto,
Pero poco a poco, se instala un sol naciente,
Que hace que la pena viaje decreciente.

Ya pasó de largo aquel momento espantoso,
Que de vez en cuando aún recuerdo y resuena,
En mi alma que alcanzó por fin el reposo.
Ahora te miro y te amo de forma serena,
Me encuentro con un sentimiento caluroso,
Que se escabulle entre las manos como la arena
No quiero perderte de vista ni un segundo,
Quiero estar en tu vida, estar en tu mundo.

Instalados los dos en éste estado de altura,
No nos hace falta mirar atrás con recelo,
La situación se nos presenta dulce y pura,
Estamos en gracia de Dios, en gracia del cielo,
Estaremos unidos hasta la sepultura,
En la vida, en la muerte y en el duelo.
Conseguimos dejar atrás la triste pena,
Ahora vivamos ésta nueva vida llena y plena.

Mi corazón ya no está más por el llanto,
Ese que otras veces siempre me repetía,
Al borde de la locura y del quebranto,
Llevando a mi fe por una zona umbría.
Me liberé por fin del yugo, del espanto
Que hacía a mi alma ser infeliz e impía
Tras del trato arisco, desagradable y severo,
Topé con tu corazón cantando como un jilguero

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