porque antes de venir ya te habías ido,
diciéndome tantas cosas dulces al oído,
has conseguido hacerlo con la boca cerrada.
Esperaba tenerte de sobras enamorada,
a pesar de que me llames descerebrado,
te sigo abrazando cada noche en mi almohada,
en ésta amarga distancia te sigo soñando.
Esperaba que esta tensa espera concluyera
en un amor certero, libre y de color de rosa,
con sabor a tomillo, romero y hierbabuena,
creía que acabaría así de feliz la cosa.
Pero ya ves, vivir es imprevisible y mágico,
a pesar de todas nuestras grandes esperanzas,
vivir es levantarse y verse en el espejo, bonico,
y romper por el mundo una docena de lanzas.
Así que si la espera no nos acaba matando,
seguiremos soñando con alegría infinita,
pensándonos a cada instante y rebosando
una paz interior que ni se borra ni se quita.
Esperaba que siguieras si acaso esperando,
una palabra mía para ir a vivir juntos,
con esta lenta agonía que me está matando,
en caso de empate me ganas a los puntos.
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