jueves, 26 de abril de 2012

746 AGUA DE CEBOLLA


No quiero que tu corazón sacie su sed
bebiendo el agua de mil cebollas,
quiero que tus besos me sepan a miel,
y ser siempre el mojón donde te apoyas.

Dejarte descansar dando una cabezadita,
como si cabalgases a lomos de la luna,
que tus días transcurran en gloria bendita,
que no haya conocido nadie mejor fortuna.

Así tu alma tendrá su descanso certero,
al lado de un corazón enamorado,
y nunca tendrás que enjugar más lágrimas.

Días llenos de momentos placenteros,
abrazos, arrechuchos y besos inesperados,
habitada por la más grande de las estimas.

No hay comentarios: