no voy a seguir con tu juego,
ya me he bajado del trapecio,
he abierto los ojos, no soy ciego.
He pagado demasiado alto precio,
por querer mantener vivo el fuego,
no quiero seguir siendo un necio,
ahora me despido con un hasta luego.
Tendrás toneladas de tranquilidad,
no sé si conseguirás tu felicidad,
seguro es que está lejos de la mía.
Igual si que ganas en serenidad,
déjame decirte que no en libertad,
eso sería, seguramente, una osadía.
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