Se me escapa tu amor a borbotones,
por la boca, como el pez asido al anzuelo,sin aspirar al más mínimo consuelo,
sabiendo que he perdido mil ocasiones.
Me restrego los ojos con las manos,
para intentar despertar del letargo,es demasiado, no puedo con éste encargo
de tener que olvidarte, porque no es sano.
Esta lenta agonía me consume,
no encuentro el momento propicio,para decirte cuánto te amo.
Mi corazón cansado ya asume
que está al borde de un precipicio,aunque te sigue tendiendo su mano.
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