Hace años, durante la primera promoción de Operación Triunfo, quedé encandilado con Nuria Fergó. El "encandilamiento" llega hasta nuestros días. He recuperado de aquella época éstos cuatro versos, impregnados de amor platónico en toda regla, perdidos en medio de las páginas de un libro.
Me robaste el corazón hace años,
me llegó al alma tu manera de mirar,
te escucho porque cantando me haces soñar,
el no verte a menudo me hace daño.
Me firmaste un autógrafo llorando,
lo guardo en mi alma, como oro en paño,
sin conocerte te extraño, sin engaño,
algo me dice que siempre te estaré esperando.
Desde ésta mi solitaria y terca soledad,
te echo mucho, muchísimo de menos,
pero tu ni siquiera lo sabes.
Llegará un día en el que de verdad,
pueda que libremente nos amemos,
con la libertad que vuelan las aves.
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