Se está desvaneciendo cual dulce azucarillo,
Ni hay, ni se busca ni se espera empeño,
La estrella va apagando de a poco su brillo.
Tantas películas montadas en las madrugadas,
Tantas idas y venidas con solo un hatillo,
Tantas dudas que nunca han sido desnudadas,
Siempre tan altiva en lo alto de tu castillo.
El tiempo va pasando su factura inclemente,
Nunca hemos necesitado el espejo de la madrastra,
Mi corazón no te busca en una Operación Púnica.
Tampoco se trata de que te pongas enfrente,
Pero la verdad desnuda es la que nos arrastra,
Perdimos una ocasión que se pintó como única.
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