Otra vez despierto en la madrugada,
De pensar en ti estoy medio beodo,
Echándote de menos, sólo y sin nada,
Lleno de vacío, es decir, falto de todo.
Las hojas se van secando en el calendario,
Pero el tiempo no doblega mis neuronas,
Me faltan muchas letras en el abecedario,
Para expresarte cuanto me emocionas.
Se me hacen eternas mis nocturnidades,
A la vez que las gozo pensándote tanto,
Que el final no llega acostando al alba.
Eres la mayor y perenne de mis necesidades,
No te imaginas cuanto te quiero, ¡cuánto!
Loco ando tras la ocasión que la pinten calva.
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