Ya no hace falta que te me escondas,
Se ha terminado por fin la larga espera,
Tenemos nuestra casa, no hacen falta fondas,
Seré feliz hasta el día en que me muera,
Mis palabras siempre fueron para ti mondas,
Mis gestos dedicados desde la lejana ribera,
Viste que este amor nació y creció robusto,
Eso sí, también hemos superado algún disgusto.
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Pasado todo este tiempo todo se perdona,
Ahora que felizmente nos damos la mano,
Ahora que puedo disfrutar de tu persona
Con el paso del invierno y del verano,
Mi corazón finalmente ríe y se corona,
Ya que todo el esfuerzo no ha sido en vano.
Ahora que quiero y realmente sí que puedo
Rozo tu nariz cuando me apetece con mi dedo.
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