Algún día puede ser.
Después de tantos encuentros,
no se puede apagar la sed,
de punta se pone el vello,
y piel de gallina mi piel.
Paraliza mis sentidos,
cuando niega su querer,
pero yo sé bien que miente,
aunque el azúcar sabe a hiel,
no se aclara con su mañana,
y tampoco quiere más su ayer.
Un día llegará a ser.
(4)
La tristeza de sus ojos,
me llenan de melancolía,
¿Por qué?
Porque esa tristeza
traspasa como una lanza
el alma mía.
¿Lloras?, Llorarás de alegría...
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