simplemente me he cansado,
de esperar un imposible,
con cara de tonto enamorado.
No, no estoy harto, sí hastiado,
de dar más vueltas que una peonza,
de sentirme solo, triste y ultrajado,
sin que me dediques acaso una hora.
Prefiero morir que seguir vivo,
malviviendo este ingrato presente,
sin ganas de ser grandilocuente,
esto es como morir sin haber vivido.
Si por última vez no te consigo,
aunque no te apartas de mi mente,
me declaro desde ya inocente,
de no conseguir el sueño que persigo.
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