Están amenazados por el torbellino,
De agua que cae por el inodoro.
Les están temblando los cimientos,
Crecieron fuertes como el cebollino,
Atrás quedó el tiempo del “Te adoro”.
Y ahora hay toque de queda,
Así que sálvese quien pueda,
Del terremoto venidero.
Todo sucedió antes de que suceda,
El hastío va a lomos de una rueda,
Así son los amores de invernadero.
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