Mi alma lleva más palos que una estera,
es un castigo que no es merecido,
me pregunto si merece la pena lo vivido,
algún punto y final ha de tener la espera.
Te hubiese entregado mi vida entera,
pero no es justo lo que he recibido,
todos los batacazos que he sufrido,
mi corazón no se merece tanta madera.
Así que o espabilas o llegarás tarde,
ya no hay más cera que la que arde,
es un camino sin retorno, sin marcha atrás.
Tengo el alma destrozada y en cenizas,
los sentimientos yacen hechos trizas,
pronto la única verdad será lo que recordarás.
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