¡Qué lejos te has ido!
no me doy por vencido
de perderte sin más.
¡Qué lejos estás!
en un país extranjero,
bien sabes que te quiero,
y que no te puedo olvidar.
¡Qué lejos te has ido!
y yo en tierra andaluza,
menuda vida, vaya chapuza,
olvidarte no lo consigo.
Siempre nos quedará el tango,
aunque sin ganas de bailar,
tenemos libertad para llamar,
para no hundirnos en el fango.
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