Sáltate conmigo las normas a la torera,
No quiero cenar más tristeza y soledad,
Sin preguntas, te firma tablas mi alma soltera,
En tus besos no he encontrado nunca frialdad.
El punto y seguido es un punto muy cabrón,
Prefiero la coma que da más continuidad,
El punto y aparte nos resta mucha emoción,
Los dos puntos son el aliento de la felicidad.
Y si lo hemos de poner, ponemos un buen acento,
al fin y al cabo debe de ser un buen aliento,
para no tener que dejar nada entre comillas.
Escuchar y ver tu sonrisa es el mejor momento,
hace de las tempestades un leve y breve viento,
y convierte las causas complicadas en sencillas.
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