¿por qué no también a la muerte?
¿por qué tener que fiar a la suerte,
que la fría dama te consiga?
Con los pies en el suelo
se puede hablar de la muerte,
con los pies en el cielo,
se ve del revés y sin suerte.
Cuando la vida está resacosa,
y la muerte es su próxima invitada,
aunque tenga pelendengues la cosa,
es mejor tener las cosas muy claras.
No te ama más quien prolonga tu vida,
igual es quien te evita un innecesario dolor,
cuando llega el momento triste de la despedida,
mejor estar despierto y saborear su olor.
¿Por qué tememos a lo desconocido?
¿Por qué? Si creemos en un buen Dios,
Al final de tu vida: ¿Qué has construido?
todo sobra en ese punto, todo menos el amor.
San Pedro a las puertas del cielo,
que se vaya preparando conmigo,
cuando me llegue ese momento,
tendrá en mi a un íntimo enemigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario