No puedo prometer la pasión de amar,
Algo en mi interior ha dejado de arder,
No creo poder olvidar nuestro querer,
Más parece que no sabemos sumar.
Ocho años he sabido perseverar,
Lo he sabido todo casi sin saber,
Incluso me he doctorado en padecer,
¡Y mira qué triste se va a acabar!
Yo siempre aposté por subir y subir,
Mientras tú descendías siempre sin rubor,
Mi cielo lo dejabas sin enlucir.
Nunca me desfalleció mi gran ardor,
Pero ahora que todo está a punto morir,
También se nos ha muerto este eterno amor.
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