Que me amaras nunca ha sido lo tuyo,
Para ti yo nunca merecí la pena,
He sido algo así cual vergüenza ajena,
Al menos es como yo me lo atribuyo.
Con tus hachazos es que me lo arguyo,
Tu desamor llevo inyectado en vena,
Es fuente imparable que nunca llena
Esa mentira tan de Perogrullo.
Esto no es un lacónico hasta luego,
Lloré mucho, más ha de endurecerme,
Mi corazón harto ya no se resiste.
Arde todo bajo un tétrico fuego,
Tienes difícil volver a encenderme,
Todo lo apagaste cuando te fuiste.
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