Ya ves cuán rápido se va pasando la vida,
eso sí, te van quedando cicatrices de heridas,
que a veces han sucedido dulcemente sin dolor.
cuando eliges vivir tu vida triste y aletargada,
sin el más mínimo brillo del pétalo de una flor,
con los ojos abiertos es cuando estas dormida,
tu existencia transcurre sin atisbo de fulgor.
los deseos e intenciones de amarse eternamente,
no dejan de ser como una alegre simiente,
que se agarra a los sentimientos de forma feroz.
la flor se seca también aunque no se abriera,
a veces sin nada dentro brilla por fuera,
ese es el momento al que le tengo miedo atroz.
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