Legionarios, el Cristo de Mena,
La saliva se te atraganta,
las emociones saltan a escena.
A la luz del Paseo de la Farola,
o sentados en la Plaza de la Merced,
siento como mi alma se descontrola,
y cae abatida y rendida a tus pies.
Málaga marinera, costalera y torera,
con su Playa de la Malagueta,
siempre viviendo la primavera,
siempre en la pluma del poeta.
Ese Santuario de la Victoria,
esa Catedral de la Encarnación,
el Alcazaba con toda su historia,
ese amarte con tanta devoción.
Málaga entre el Puerto y la Alameda,
el Jardín Botánico y la estación del Ave,
Malaguista estadio de la Rosaleda,
yo quiero tener la llave de tu enclave.
Málaga internacional con Picasso,
con el Zorro de Antonio Banderas,
beberse la calle Larios y si acaso,
comerse las tapas de sus primaveras.
Tras los rastros del Guadalmedina,
el Guadalhorce serpentea hasta el mar,
Montes de Málaga con sus encinas,
bonita tierra donde aprender a amar.
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