con los pensamientos claros,
hay una línea muy delgada,
y el camino se me ha hecho largo.
Me mata tu olor a aceituna,
muero por tu color blanco,
brillas más que las estrellas,
todas se recogen en tus labios.
Cada segundo de cada noche,
yo te sigo esperando,
con el corazón herido,
al saberte en sus brazos,
terriblemente herido,
con esas fotos a retazos.
Respiro tu aroma en el aire,
azahar, limonero y naranjo,
tu brillo reluce como la plata,
quiero tenerte entre mis manos,
aunque la luz esté apagada,
con mis recuerdos es que te traigo,
tu aroma impregna mi aire,
a mí me ahoga el llanto,
cuando te imagino en silencio
dormida en su regazo, tragando,
cada noche a duermevela,
pasando ese mal trago,
ves como tu vida se apaga,
los días pasan mientras tanto.
El tiempo nunca va a unirnos,
ese tiempo va a separarnos,
lejos queda el momento cumbre,
lejos que vayamos a juntarnos,
amor imposible en esta tierra,
que más bien nos deja helados.
Deberá ser en otro mundo,
donde juntos podremos estarnos,
tu foto sigue en el aire,
huele a menta, tomillo y naranjo
refulgente como la plata,
tan alejada de mis manos,
está la luz apagada,
padezco un dolor mal sano,
me duele, cuando respiro, el aire,
me duele imaginar tu llanto,
me duele tanto desaire,
me duele tener tanto tranco,
sentimientos puros como la plata,
se nos escapan de las manos,
las luces lucen apagadas,
todo es gris de espanto,
tu eres mi enamorada,
yo no puedo querer ya tanto,
mi vida está apagada,
desde que escucho tu llanto,
lloro desconsolado en mi almohada,
vivo en puro desencanto,
te adelanto que ya no lo aguanto.
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