lo empezaste a comprender
más tarde, demasiado tarde,
como casi siempre ocurre.
Solo vine a ponerme
tu alma por montera.
Quiero demostrarte
la verdad de mi amor,y que tu corazón,
si así lo cree oportuno,
me aplauda a rabiar.
Quiero envejecer y morir
junto a tu voz serena.
Con el paso del tiempo
la única verdad aflora:Me arrugo, me hago viejo,
Moriré cano y calvo,
porque tu sombra no me honra.
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