Quitándole cien capas a mi corazón,
Escondo lo mismo que en el Louvre,
Esconde la Mona Lisa con satisfacción.
Pongo proa a tu alma como
un galeote,
tengo entre sien y sien tu
elegancia,aunque zozobre y tenga que llegar en bote,
seguiré remando con la mayor prestancia.
Aunque se me cierren todas
las puertas,
Y el desasosiego reine por
tu olvido,No cejaré en el empeño de dejar abiertas,
Las de mi alma sin reja ni postigo.
Solo aspiro a tus palabras
de ternura,
Sin frases estridentes ni
desagradables,Tú eres la única princesa de mi locura,
La que haces mis noches interminables.
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