Quiero partir de éste mundo traicionero,
porque en él cada día estoy muriendo,
cuanto más te pienso, menos te entiendo,
a ti te da la risa aunque yo me muero.
Cuando caiga la nieve del frío mes de Enero,
pensarás en lo que podrías estar viviendo,
tú te lo pierdes, pero yo me lo estoy perdiendo,
y no me dejas demostrarte cuánto te quiero.
Tu aliento y mi aliento se unen en lazos,
que ni la misma cristalina agua del río
es capaz de juntar sin hacerse pedazos.
Ahora tú te asas de calor, yo muero de frío,
ya no me ofreces la chalina de tus brazos
la muerte tiene cita con el corazón mío.
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