Con tus silencios me enamoras y me enojas,
No se ya cuantas veces han caído las hojas,
Sin que te hayas movido de mi pensamiento.
Parece que triunfa tu orden de alejamiento,
no quedan más margaritas que la que deshojas,con tus lágrimas es mi cara la que mojas,
ni tan siquiera la puede secar ya el viento.
Moribunda queda mi alma tan y tan pura,
Soy incapaz de ver cómo se te enternece,Tu semblante tan duro de piel tan fina.
A lo lejos brilla mucho más tu hermosura,
Tu mirada es lo único que resplandece,Nada es lo que parece cuando se termina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario