Mira y nunca te deja indiferente,
Alegre como el sol de los veranos,
Nada entre compases y de repente
Dedica las canciones de su mente,
A este pobre de cabellos tan canos.
Fuente de suspiros cuando va andando,
Observa todo lo que hay a su lado,
Ríe y arrebata cuando está tocando,
Sus dedos aletean sobre un teclado.
Con un piano de cola y su sonrisa,
Hará siempre lo que le dé la gana,
Inicia el camino firme y sin prisa,
Ahoga con mirada clara y temprana.
SOBREROS
Dedica el bello tiempo de sus pianos,
Al tiempo blanco y negro de los pianos.
Su mirada detiene cualquier tiempo,
Con mucho temple y maestranza en sus dedos
Aletea con las blancas y las negras
Acróstico endecasílabo
Calella, 14/05/18 – 12:26
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