Tan solo te falta aprender a escribir,
Te divertirías haciendo palotes,
Junto al burro de cera feo y sin trotes,
Junto a la chiquillada podrías venir.
Tendrías un pupitre sin más porvenir,
Y unas buenas arengas de Quijotes,
Algún castigo de los sacerdotes,
Y con los motes… motivos para reír.
Comerían tu merienda amembrillada,
Caerías seguramente castigado,
A palmetazos sufrirían tus pezuñas.
Mejor te enseño yo la noche estrellada,
Te cuidaré cuando estés enojado,
¡Ya te conozco cuando refunfuñas!
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