Muchas veces he creído que me tomabas el pelo,
Pero luego parecía que reavivabas la lumbre,
Cierto es que degustamos algún momento cumbre,
Pero tan efímero que no puede llamarse cielo.
Has reinado muchas veces en mi frío desvelo,
Tantas que parece que se convirtió en costumbre,
Nada hace presagiar ya que algo se vislumbre,
Todo me lo tomo ahora con paciencia y recelo.
No me va mucho el papel de caballero errante,
Aquel que por desamor sufre y se destierra,
Para nada me siento un caballero andante.
Esta puerta definitivamente hoy se cierra,
Voy a intentar ser consecuente y constante,
No volveré equivocarme pisando esta tierra.
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