Una cosa es tener cuidado y otra no tener prisa,
A mí siempre me tachas de ser muy apresurado,
Tampoco creo que se trate de cometer un pecado,
Cuando te escucho decirlo, me entra la risa.
¿Eres consciente de lo que mi alma precisa?
Lo demuestra siete años de camino andado,
Ni te lo echo en cara ni es que esté cansado,
Y no creas tampoco que mi fe se vuelve remisa.
Una cosa es andar enamorado y te persigo,
Sin haber disfrutado ni un momento de calma,
Y otra distinta saber que no te consigo.
Una cosa es estar siempre a tu vera como amigo,
Aguantando que me partas cada día el alma,
Y otra distinta querer acabar mis días contigo.
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