Creo que todo mi amor te he demostrado,
Todo el que había en mi ser empobrecido,
Aunque tanta deidad lo ha oscurecido,
Y eso que era fuerte como un tornado.
Al menos las dudas le has despejado,
su viejo anhelo no le has concedido,
le cuesta mucho darse por vencido,
pero la pelota está en tu tejado.
Mira que se merecía bien la gloria,
Pero una gloria bien acrecentada.
Lo has dejado bien fundido y a oscuras.
Parece que no se alza con victoria,
Se acuna en su última negra morada,
Maldiciendo por perder tu hermosura.
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