Y nunca han sido vistos iguales en el mundo,
Ni los más antiguos y preciosos pensamientos,
Han podido descubrir un amor tan fecundo,
No necesita para vivir de más palmeros,
Solo ver tu cara, cara a cara, un segundo,
Sé que tengo que invertir toda mi buena saña,
Para poder gozar la victoria de esta hazaña.
20 No serán estos amores viles olvidados,
Dejarán por siempre los pechos bien entreabiertos,
Para que consigan entrar los enamorados,
Y queden eternos bajo palio y bien cubiertos,
Todos los buenos amores que son iniciados.
La malicia y los celos quedarán siempre yertos,
Como aquellas historias tétricas olvidadas,
Que yacen en sus lúgubres tumbas confinadas.
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