Mi alma solo persigue ya tu estrella,
Y al no poder cogerla se destruye,
Del lúgubre cementerio ya no huye,
Ya solo piensa en la escalera aquella.
La desesperanza ha hecho su mella,
Pero el amor nunca me disminuye,
Poco a poco mi mente más te intuye,
O vienes o te pone una querella.
Voy a bailar una rumba con la muerte,
Asido a su cintura pues va suelta,
Me dejaste tirado y muy afligido.
No puedo hacerme por más tiempo el fuerte,
Nuestra historia ha sufrido mala vuelta,
Mi alma llora entre gemido y gemido.
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