Sabes bien cual postura me enamora,
Cual de todas es la que me erotiza,
Te escapas dejando un rastro de tiza,
Aparentando ser una reina mora.
Te persigo en sueños por una colina,
Intentando hacer contigo cosas cotidianas,
Hemos pecado mil veces con mil manzanas,
Pero tu sexo hambriento nunca se reclina.
Amo ver erectos tus sonrosados pezones,
Tan detallistas con mis suaves caricias,
Tus labios conforman las mejores delicias,
Tus senos se ofrecen como azúcar en terrones.
En mi vida ejerces una buena presidencia,
Aunque a veces jadeo con voz en grito,
Las ganas de poseerte no me las quito,
Siempre te escapas con mucha inteligencia.
Haces que hasta el mismo sexo se estrelle,
Vas en su busca como quien va a la oficina,
No es que uses de alcoba una esquina,
Pero haces que mi corazón, por ti, se degüelle.
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