Deseo poder descansar en tu ombligo,
Escuchar el aleteo de tus mariposas,
Que seas mía por encima de todas las cosas,
Ya no me basta con ser tu folla-amigo.
El sexo… ¡qué duda cabe a estas alturas!
Es el final conquistado tras amarnos,
Es reír y llorar, comer y conformarnos,
Y el mejor antídoto contra las calenturas.
Te deseo hasta con la sombra de mis pestañas,
Al verte mi pecho parece salirse de sí,
Contigo mi corazón es rico como un potosí,
A mi amor le has sacado todas las telarañas.
Te veo en picardías asomada a tu ventana,
Mi corazón, con vértigo se acelera,
Es así desde el imborrable momento escalera,
Por eso sin ti ya no me imagino un mañana.
Solo deseo poder dormir a ti abrazado,
Después de sudar lo que no está escrito,
El futuro… se nos pinta delante infinito,
Cosas del querer y del estar enamorado.
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