Espero impertérrito tu llamada,
mientras mi alma contenta mira al cielo,
intento mantener los pies al suelo,
porque sé que eres muy bien recatada.
Oscura y larga se hace mi jornada,
con el corazón en huelga de celo,
aguanto porque tengo el gran consuelo,
de que estoy esperando a mi amada.
Sí, te quiero toda entera y no en parte,
los días sin verte son de sequía,
representan un gran campo de guerra.
En mi alma eres el mejor estandarte,
Eres mi fijación siempre, noche y día,
Pero he de tener los pies en la tierra.
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