que tu vida esté llena de claveles,
que en tu pecho suene una gran sinfonía,
y que galopes como los corceles.
Ya no puedo seguir con mi alma en vilo,
tan desbocado en un amargo llanto,
he de darle a mi vida un nuevo estilo,
y probarme, si de ésta, me levanto.
Quiero pintarle la cara a la aurora,
sembrar el horizonte de violetas,
vivir cada segundo de cada hora,
navegar juntos con buenas corvetas.
No andaremos más riberas ni bordes,
éstos momentos son los decisivos,
sumemos nuestros esfuerzos y acordes,
nuestros corazones están bien vivos.
Ese parapeto en el que te escudas,
no te deja ser feliz ni dichosa,
Me gustan más las verdades desnudas,
te regalo éstos versos y una rosa.
Al volapié, Playa de Aro, 03/07/16 - 03:07
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