Habita una casa que le da sempiterna castaña,
Alguna vez de ser cobarde me ha tildado,
sabe que ella también a diario se engaña,
no soy yo el único tonto engañado,
Por muy alta que esté la montaña,
El amor siempre hará el escalado.
A veces me pongo altivo y grosero
Porque quiero poner al amor primero.
12
Ya sé que a veces la visito donde no debiera,
pero es insoportable el alma y su ruido,
no puedo permanecer como si fuera de cera,
revivo mil veces el instante aprisa vivido
ella reacciona como que no se altera,
yo vivo con el corazón demasiado retorcido,
Contracorriente siempre soy el que remo,
Y a veces me hastío de hacer tanto el memo.
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