Maldigo mil veces tus encantos,
sueles dejarme al borde del infierno,
mis noches las habita un frío invierno,
lloro cada uno de los desencantos.
Pesan menos las risas que los llantos,
he tratado de ser contigo tierno,
mi amargura la escondo en mi cuaderno,
tu especialidad es hacer quebrantos.
Espero que este hechizo se deshaga,
que la felicidad plena me irradie,
tu candil es una luz que se apaga.
Has conseguido que nunca se radie
este amor tan fuerte que te halaga,
Te amo así como jamás odié a nadie.
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