mi desconsuelo no se consuela,
el amor antiguo se apolilla,
no me alegro de que te duela.
Tu amor, al cambio, es muy sectario,
¿por muestra? la última espuela,
yo quería haber sido tu notario,
ni siquiera me dedicas una esquela.
Cinco largos años de purgatorio,
intentando ser tu alma gemela,
cinco años, cinco, de velatorio,
nada se me olvida ni se me cuela.
Vuelven la órdenes de alejamiento,
obcecada en apagar la candela,
quieres matar tu enamoramiento,
pero eso no lo enseñan en la escuela.
Te escondes tras de tu parapeto,
para que no sople el viento tu vela,
solo te pido un poco de respeto,
te amaina el temporal pero hiela.
¿En qué piensas en cada aurora?,
cuando la angustia te desvela,
no te deja dormir tu alma que llora,
tu vida se convierte en una novela.
¡Ya ves! el amor no tiene escudo,
ni es todo lo que vuela a la cazuela,
tu corazón quiere estar sordomudo,
el mío anda desesperado a duermevela.
¿Por qué te aplicas la ley del embudo?
¿Sabes que me acuerdo mucho de tus muelas?
¿Todavía no sabes que soy muy tozudo?
¿No sabes que sigo viviendo como centinela?
Brindo por un paquete de Ducados,
por esos pecados que he cometido,
porque siempre estemos enamorados,
por darle trabajo eterno a Cupido.
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