Escondido tras mi cara risueña,
Llevo el corazón a la greña,
El futuro se me muestra nulo.
¿Qué lo nuestro es pecado?
Más bien tiene forma hermosa,
Damos menos de lo que nos es dado,
Hasta el aire anda enamorado,
con apariencia maravillosa.
Mi canto no te es forastero,
Ni lo acompañan los alguaciles,
Soltando tantos te quiero,
Más parezco un bandolero,
con amores febriles.
En mi vida hay tres cosas,
Que no se cambian de chaqueta,
Mis hijos y mi afición,
Y la grandeza de este amor,
Que lucha por quitarse la careta.
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