limpia y vacía de cualquier otro artificio,
estar a tu lado no era ningún sacrificio,
alejarme un segundo es a lo que me negaba.
De entrada en mis planes nunca entraba,
separarme de ti ni por un maleficio,
tus labios han sido mi único gran vicio,
tus besos es lo único a lo que aspiraba.
Ahora peinando canas miro y ya no te veo,
las calles que pisábamos están llenas
de una melancolía de helada mezcolanza.
Hoy he vuelto a darme un tranquilo garbeo,
dejando retozar mi alma en mis penas,
intentando desesperar a la desesperanza.
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