No te escribiré jamás por ganar el Planeta,
pero sí lo hago con latidos muy caribeños,
en las cosas del amor, quiero ser tu profeta,
y tú eres la preciosa reina de mis sueños.
Una rosa lila en el ojal de mi chaqueta,
Y por limpia bandera el mejor de los empeños,
Por ti mis mejores versos de mis dotes poetas,
Si no estoy contigo frunzo muy fuerte mis ceños.
Rezo a diario con fe a la Virgen de la Soledad,
Creo que cuando mientes es cuando dices la verdad,
Por eso te regalo un ramo de blancos lirios.
Y sí, es verdad, me escondo cuando mi alma llora,
Llego muy muerto al nacimiento de cada aurora,
Espero que al menos me enciendas un par de cirios.
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