Y cuando menos lo pensaba sonó la flauta,
Y acabó enamorada perdidamente de mí,
Pero continúa dura, firme y segura en su pauta,
De consentir lo nuestro, cosa rara, sin consentir.
Y me ha enamorado y embrujado el alma
Y la boca, el sentido, la razón y el corazón,
Y aunque come cuando quiere en mi palma,
Cuanto más pienso, más dudo si la conseguiré o no.
Es un si pero no, un vete pero no muy lejos,
Es un ven pero aléjate, sin parar de tirarme los tejos,
Y regálame mil y una noches, mil y un besos.
Es un llámame sin llamarme, porque olvidarte no puedo,
Un no puedo dejar de quererte, porque tampoco quiero,
No me digas que me quieres, si no lo dices me sublevo.
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