donde está con una melancolía tardía,
quiero ser en tu vida el corsario,
que libre a tu corazón de la deriva.
Quiero que vendan amor en los estancos,
poder fumarme un porro de yerba Luisa
que las viudas siempre vistan de blanco,
que prohiban en calles y bares las risas.
Quiero que tu saliva haga vacaciones,
y que no vayan sin rumbo tus emociones,
cuando la tempestad de sentimientos arrecia,
No quiero hallar tu corazón en un desguace,
quiero acabar de una vez haciendo las paces,
y que me digas que me quieres, no seas necia.
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