En la trastienda de mi corazón
Se está montando la marimorena,
Se está rebelando la razón
Y la ternura aflora para quien la quiera.
En la trastienda de los fracasos
Habita el olvido y el ocaso,
De un sentimiento muy florido,
Que sólo pretende que le hagas caso.
En la trastienda de mis sentimientos,
Se ahoga en llanto mi sufrimiento
Por seguir sin poder estar a tu lado.
En la trastienda de la trastienda de mi alma,
Mis manos se aferran a una calma
De sabor tan fuerte como incontrolado.
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